La desaparición del permafrost en el hemisferio norte podría liberar el doble de bióxido de carbono (CO2) del que en la actualidad hay en la atmosfera—unas 780.000 millones de toneladas-- lo que convierte el adelgazamiento de la capa congelada permanente en un potencial peligro para el calentamiento global del planeta.El permafrost contiene raíces y materia orgánica del suelo que se descompone a un ritmo extremadamente lento; cuando la capa de hielo se hace mas delgada, hongos y bacterias descomponen esta materia mas rápido, liberando CO2 y metano en la atmosfera, ambos gases de invernadero.
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