Mario Balotelli hizo buena letra en sus primeros meses como rossonero, después de dejar atrás su aventura en el Manchester City; pero en el inicio de la temporada 2013/14, generó polémica más de una vez.
Las controversias que ocasiona son mayores que las alegrías dentro del campo, y en el Milan buscan ponerle un límite. La sanción de tres partidos que le aplicaron después del duelo frente al Napoli por amenazar al árbitro fue la gota que rebalsó el vaso.
Según el periódico italiano La Stampa, el vicepresidente del Milán, Adriano Galliani, pidió que lo ayuden a buscar una solución profesional para tratar su "incorregible carácter". Buscan un psicólogo que lo ayude a controlar sus emociones, algo que ningún entrenador ha podido lograr.
"Mario tiene 23 años y ya no es un muchacho, potencialmente es un campeón, pero en el futuro también debe comportarse correctamente. Debe comprender que al recibir tarjetas rojas por protestar penaliza al club", declaró su actual entrenador, Massimiliano Allegri.
Las expresiones "injuriosas e intimidatorias" que denunció el árbitro del partido del domingo complican su legajo.
Balotelli deberá corregirse para no perder crédito en su club y si quiere jugar el Mundial de Brasil 2014, ya que Cesare Prandelli, DT de la selección italiana, tiene como prioridad el comportamiento de sus jugadores a la hora de las convocatorias.
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