El mercado negro del marketing no se saldrá con la suya esta vez, luego de que se confirmara que Michael Schumacher no regresará a la Fórmula Uno a los 40 años para reemplazar al accidentado Felipe Massa en Ferrari.

La noticia fue recogida con la mayor decepción por la prensa internacional, que también se había entusiasmado con el retorno del piloto más exitoso en la historia de la categoría. El Bild, de Alemania, eligió las palabras del propio Schumacher para dar a conocer la decisión: "He intentado todo lo que estaba a mi alcance".






Luego ratifica que será el piloto de pruebas Luca Badoer quien finalmente ocupe el segundo monoplaza en Valencia, en próximo 23 de agosto, e indica que "ahora (Schumacher) admite que el colapso y sus consecuencias son más dramáticas de lo que se conocía".

El periódico se refiere al accidente sufrido por Schumi en febrero a bordo de una motocicleta, que le produjo una lesión en el cuello más seria de lo que se suponía o se dio a conocer. De hecho, el piloto admitió que su cuello "no puede soportar la presión extrema de la F1".

"Estoy profundamente decepcionado por los chicos en Ferrari y por todos los fans que cruzaron los dedos por mí", lamentó el heptacampeón del mundo.


"Ahora, toca esperar para ver cómo afecta esta decisión a las ventas de las entradas para el Gran Premio de Valencia, que no están siendo como se esperaba y habían dado un impulso ante la posible presencia del germano", agrega.

El diario británico The Sun, por su parte, anuncia que "Michael Schumacher dio un drástico giro en su regreso", mientras que el portal especializado thef1.com se limita a indicar que el alemán "cancela su esperado regreso a la Fórmula 1".

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